Mientras que para la derecha salvadoreña Romero pasó a ser un “guerrillero con sotana”, para el Vaticano, que recientemente lo SANTIFICÓ, fue un religioso consecuente con las enseñanzas de la iglesia.
Llegada a Aeropuerto Internacional Oscar Arnulfo Romero. Recepción por nuestro personal de Sophia Tours e inmediatamente traslado al hotel. Cena y Alojamiento.
Muy temprano salida en autobus rumbo a Ciudad Barrios, para visitar esta ciudad cuna de un gran profeta. Nació un 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, Departamento de San Miguel. Su padre era telegrafista y su madre de oficios domésticos.
Su vocación sacerdotal se puso de manifiesto desde que era un niño, pues antes de empezar con sus actividades cotidianas entraba a la iglesia a encomendarse al Creador y a pedirle por su familia, según testimonio del sacerdote Nazario Monroy, quien lo conoció por aquellos años. Recorreremos la ciudad visitando la casa donde vivio el Beato Romero y la parroquia de su querido pueblo. Fue el 11 de enero de 1944, cuando se encontraba en su natal Ciudad Barrios en donde celebró su primera misa solemne. Desde entonces, se le empezó a conocer como el Padre Romero. Posteriormente inciaremos la Peregrinación El Camino de Romero, llegando hasta Chapeltique. Luego nos dirigiremos en autobus a visitar su primera parroquia en Anamorós, departamento de La Unión. Regresaremos por la tarde rumbo a San Miguel, para continuar hasta Santiago de María.
Después del desayuno recorreremos los pueblos de Santiago de María y Alegría, para luego visitar la espectacular Laguna de Alegría. Posteriormente nos dirigiremos a la Ruta Artesanal y Colonial, que comprende 3 importantes pueblos donde los artesanos salvadoreños trabajan el barro, fibras naturales, maderas, telas de forma auténtica y hermosa. San Sebastian e Ilobasco son parte de los pueblos representantes de la artesanía salvadoreña y Suchitoto un pueblo colonial e histórico.
Después del desayuno, partiremos rumbo a la ciudad capital para realizar la Ruta Martirial. Monseñor Romero y su legado histórico esperan por tí en este tour, donde conocerás su vida y su entrega a El Salvador. Descubre su obra, vida y martirio en los diferentes museos que guardan sus pertenencias. Visitaremos: Museo Centro Histórico Monseñor Romero, Hospital La divina Providencia, La UCA, la Catedral Metropolitana, La Tumba de Monseñor Romero entre otros sitios de interés que comprenden la Ruta Martirial.
A la hora convenida traslado Aeropuerto Internacional Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Fin de servicios
Salvadoreño
se llevó a cabo el lanzamiento del proyecto Ruta Espiritual Monseñor Romero a realizarse en Ciudad Barrios, en el marco del 100 aniversario de su natalicio con la finalidad de dar a conocer la vida y obra de Monseñor Romero en todo el país.
Esta Ruta Espiritual tambien sera parte importante del recorrido "Camino de Beato Romero", que muy pronto se llamará "CAMINO DE SAN ROMERO"
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana, Progetto Continenti, y es ejecutado por FUNDASAL en coordinación con la Diócesis de Santiago de María, la Parroquia San Pedro Apóstol y la Alcaldía Municipal de Ciudad Barrios.
El proyecto contará además con tres elementos, construcción de un albergue para peregrinos, mejoramiento de 14 unidades de viviendas de escasos recursos económicos, fomento de iniciativas emprenderoras, y la creación y adecuación de un local para museo.
Para Monseñor Iraheta, el objetivo principal de la ruta, es que las personas conozcan la vida y martirio de Monseñor Romero, así mismo que renueven su fe y puedan vivir en santidad de la misma manera que lo hizo Romero.
En la actualidad muchísimas personas que vivieron los momentos difíciles en la época de Monseñor Romero, aun desconocen la verdad de la vida de este Santo, Profeta y Mártir, sin embargo ahora es mas importante que los jóvenes se enteren de la realidad del Santo de América, aunque todavía no ha sido canonizado, en muchos países del mundo, desde hace mas de 30 años es reconocido como San Romero o El Santo de América, por Predicar y Practicar el Evangelio.
Hablar de Monseñor Romero significa describir al hijo ideal que Dios ha mandado, es referirse al ejemplo de Jesús, que intentando llevar a la iglesia por el camino de la justicia y la liberación, fue asesinado.
* Precios por persona en base a acomodación cuádruple (4 personas por habitación acomodados en 2 camas matrimoniales); para acomodaciones dobles o triples favor consultar. Precios calculados en base a un PAX minimo de 8 personas. Para grupos menores, favor consultar.
PRECIO INCLUYE:
En un pricipio fue amigo de la élite y las fuerzas armadas, pero la realidad de un país pobre, corrupto y violento lo transformó y lo llevó a optar por defender a los pobres y marginados.
Esa opción en la polarizada sociedad salvadoreña de los 70 y 80 le significó a Monseñor Oscar Arnulfo Romero una sentencia de muerte pese a que había sido nombrado arzobispo de San Salvador con el visto bueno del gobierno militar y el poder económico.
Tres años después del nombramiento como arzobispo, Romero fue asesinado cuando en misa consagraba el vino en el altar, momento clave para el rito católico, por un francotirador contratado por escuadrones de la muerte derechistas.
El día previo, en su homilía dominical, había implorado a los militares: “En nombre de Dios y de este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno, en nombre de Dios, cese la represión”.
Su muerte el 24 de marzo de 1980 fue la coronación de una rápida transformación personal que lo fue alejando de las elites y acercando a los pobres en un país donde los sectores dominantes trataron de aferrarse al poder a cualquier costo y la Guerra Fría se prolongó hasta entrados los 90.
Romero nació en el seno de una familia humilde de Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, el 15 de agosto de 1917. Era reservado y desde niño sintió la vocación sacerdotal. Fue ordenado a los 24 años en Roma e inició su labor pastoral en la región oriental de El Salvador.
En mayo de 1970 fue ordenado obispo, predicaba las enseñanzas tradicionales de la iglesia. Conoció a dos de los principales exponentes de la Teología de la Liberación, como el padre Gustavo Gutiérrez Merino, peruano, y Leonardo Boff, brasileño, quienes le regalaron sus libros.
Pero después de su muerte, los libros fueron encontrados intactos, “como sacados de la librería... Nunca los leyó”, dijo Monseñor Delgado. Fue nombrado obispo de la diócesis de Santiago de María en octubre de 1974, época en que comenzaba la represión en el campo.
En 1975, la Guardia Nacional asesinó a cinco campesinos y monseñor Romero llegó a consolar a los familiares de las víctimas y a celebrar una misa. Los sacerdotes le pidieron que hiciera una denuncia pública, pero el prelado lo hizo en forma privada a su amigo el entonces presidente de turno de los gobiernos militares, coronel Arturo Armando Molina (1972-1977).
Un mes después de su nombramiento como arzobispo fue asesinado el padre Rutilio Grande, de quien era amigo. Este hecho impactó mucho al arzobispo, quien haciéndose eco de sugerencias del clero accedió a celebrar una misa única en la Catedral, como un signo de unidad de la Iglesia y de repudio a la muerte del padre Rutilio.
A partir de entonces el arzobispo Romero puso la Arquidiócesis al servicio de la justicia y la reconciliación. En muchas ocasiones se le pedía ser mediador de los conflictos laborales.
Creó una oficina de defensa de los derechos humanos y abrió las puertas de la Iglesia para dar refugio a los campesinos que venían huyendo de la persecución en el campo. Todas estas fueron actitudes que la derecha nunca le perdonó.
Romero se convirtió en “la voz de los sin voz” y todos los domingos condenaba desde el púlpito las masacres y asesinatos de civiles inocentes en las operaciones militares dirigidas contra una insurgencia izquierdista pero en las que caían muchos inocentes.
Sus asistentes dicen que jamás denunció un hecho que no estuviera cien por ciento comprobado por un equipo de investigación del arzobispado.
La decisión de hablar desde el púlpito los domingos la tomó, según la biografía de Delgado, después de que el presidente militar Molina dijo que el arzobispo estaba de acuerdo con los planes de seguridad del gobierno.
“Cuando Monseñor oyó eso dijo: Nunca más volvere a visitar a esa gente, todo se hablare desde el púlpito de la verdad’. Y allí comenzaron las homilías del domingo”, expresó el biógrafo.
El arzobispo, a quien sus fieles llaman desde hace años “San Romero de América”, fue la baja más notable de un conflicto en el que escuadrones de la muerte, integrados por civiles y militares financiados por la elite salvadoreña, mataron seminaristas, monjas y sacerdotes que trabajaban con los pobladores de zonas rurales, de acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas difundido en 1993.